By: Angel "AngelMaz" Montiel
Es increíble pensar que Deadpool, quien es el personaje menos amigable para la familia en Marvel, vendría a salvar al Universo Cinematográfico de Marvel, aunque lo cierto es que no es así. Deadpool ahora estará con Disney, pero bajo la producción de Ryan Reynolds y dirección de Shawn Levy (quienes han trabajado juntos en Free Guy y la primera película Deadpool) entregaron una película que no tiene miedo en jalar el gatillo y reirse al respecto.
Antes que nada, estoy evitando la mayor cantidad de spoilers posibles dado a que es lo más emocionante de la película y los tráileres solo dejaron un poco de lo mucho que ofrece, por lo que vale la pena ser testigo de ello.
EL MERCENARIO BOCÓN CON MUCHO QUE DECIR
La película nos sitúa años tras los eventos de Deadpool 2, donde Wade Wilson usó el dispositivo de salto temporal de Cable para salvar a sus seres queridos y tener una vida tranquila, o eso creemos hasta que llegaron los agentes de la Autoridad de Variación Temporal, o ATV quienes vimos por primera vez en la serie de Loki.
Lo comentaré de una vez: Para esta película es indispensable saber mínimamente lo que es la “Sagrada línea del tiempo” y muchos otros elementos que han salido a lo largo de los últimos 25 años tanto dentro como fuera de cámara (o de las carreras de los actores), sin embargo, este recae más en el lado de la recompensa al ser un cierre a las películas de la 20th Century Fox, antigua productora que llevó las dos películas anteriores de Deadpool y todo lo relacionado con los mutantes y los cuatro fantásticos, dándoles espacio en cámara a varios personajes y actores de estas películas.
Dicho esto, el que es la estrella que regresa, Wolverine, interpretado por Hugh Jackman, lo hace con creces y gusto, pues es la primera vez que lo vemos con un traje más tradicional a los comics y con grandes motivos para hacerlo, ya que se deja desde el inicio que no es el mismo Logan que vimos morir en la película del 2017. La dinámica entre los actores y sus personajes es palpable desde la primera escena y deja en claro que Reynods sabía perfectamente que ambos nacieron para sus roles, divirtiéndose de principio a fin usando el traje o no.
Aun así, la película cuenta con los mismos fallos que ha tenido Marvel desde siempre en las películas. Cassandra Nova, interpretado por Emma Corrin, es un personaje interesante y cautivadora, pero no se siente explotado cuando puede y tiene que serlo. También el ritmo de los chistes es demasiado para algunos espectadores, a pesar de que sea característica de Deadpool, y la historia cuanta con unos grandes agujeros de la trama que pasan de largo al ver la película gracias al factor impacto que tiene la misma.
A lo largo de las poco más de dos horas que dura la cinta, tanto el guion como el protagonista están conscientes de lo que son en todo momento y lo gozan hasta el final: una excusa divertida para ver personajes conocidos y queridos convivir una vez más enfocándose primero en el entretenimiento y en lo que tienen que decir, permitiendo que sea una válvula de escape a las críticas hacia la idea de Marvel en tener todas las películas y obras conectadas por la fuerza tanto para los involucrados como para la audiencia, haciendo que sea la segunda película Post-Endgame de la productora que se enfoca en si misma sobre su universo, siendo la primera Guardianes de la Galaxia 3.
CONCLUSIÓN
Deadpool & Wolverine es una obra divertida que hizo que valiera la pena esperar, aunque que sea la única película del MCU de este año, donde busca corregir algunos de los errores del pasado después del 2019, a su vez es una carta de amor y tributo a todas las películas producidas por Fox y recompensa el haber visitado antes su universo. En definitiva, no es una película perfecta (o apropiada para los niños), pero sigue siendo una de las películas más divertidas y entretenidas que la casa de las ideas a entregado en años recientes.
PUNTUACIÓN: 7.5/10
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